HISTORIA
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El Almirante Padilla
Por sus méritos fue investido senador de la república por el departamento del Magdalena, cumplida su legislatura regresó a Cartagena, pero posteriormente, por motivos de resentimiento político y personal con el general Montilla, fue apresado en abril de 1828 y enviado a reclusión en Bogotá.
En el ámbito de una patria sin concepto de nación, fue vinculado a la conspiración septembrina y sin un juicio justo, sentenciado a la pena de muerte. Cuando el sargento a cargo de la ejecución le intentó remover las charreteras, Padilla exclamó: “Esas no me las dio Bolívar sino la Republica”
Fue fusilado y expuesto en la horca, en la plaza principal de Bogotá, el 2 de octubre de 1828. La convención de la Nueva Granada le absolvió de delitos y rehabilitó su memoria en noviembre de 1831. En diversos homenajes posteriores se reconoce su importancia como verdadero prócer de nuestra independencia.